Cómo ayudar a tus hijos con las pesadillas
Es probable que tus hijos te despierten a media noche envueltos en sudor, pegando algún grito que otro y con sensaciones de miedo. Te llaman asustados contándote explícitamente el sueño que han tenido. Se trata de una pesadilla, algo habitual en rangos de edad que suelen ir de los tres a los seis años y, la mayoría de las veces, se extienden.
Las pesadillas difieren de los terrores nocturnos, que son mucho más angustiosos. A estos últimos les acompañan normalmente episodios de taquicardia y, generalmente, se olvida el contenido del sueño.
Si tus hijos tienen pesadillas con frecuencia, desde Alpha, te damos una serie de consejos y pautas para que puedas llevarlas a cabo con ellos y ayudarles a superar esos sucesos.
1. Puedes reducir la periodicidad de sus pesadillas acompañándolos un corto periodo de tiempo en la habitación hasta que estén más tranquilos. Así, sentirán que no están solos y, de este modo, se relajarán antes. Puedes contarles un cuento o hablarles sobre cosas buenas y agradables para duerman con más facilidad. Si abandonas la habitación antes de que se duerman, no se asustarán cuando se despierten y se encuentren solos.
2. Ante el miedo, pueden dormir con juguetes que les proporcionen seguridad, como los peluches o los muñecos. Esto les hará sentirse más seguros y tranquilos. Además, si les dejamos la puerta de la habitación entreabierta o alguna luz encendida mantendrán más la calma.
3. Los niños suelen expresar sus conflictos, fantasías y vivencias mediante el dibujo y los juegos. Por eso, animarles a que jueguen y dibujen ayudaría a la salida de las emociones que les provocan pesadillas.
4. Como es de esperar, no es recomendable que tus hijos sean espectadores de escenas de miedo o películas inapropiadas para su edad, ya que pueden experimentar pesadillas de noche.
Estos consejos son para prevenir las pesadillas. Pero, una vez que tus hijos ya hayan tenido pesadillas, puedes ayudarles a que ellos mismos sean los que pasen página, dándole un final feliz a las historias que les han aterrorizado. Tienen que ser ellos los que le den un giro al final de sus pesadillas para que las acepten y dejen a un lado sus miedos. Ellos son los directores y creadores de ese sueño.
En caso de que sus pesadillas sean frecuentes e intensas o estén afectando al comportamiento, al bienestar emocional y su vida diaria, es aconsejable que consultes con un profesional de la psicología infantil.
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