Es la semana mundial de todos los padres, ya que el día 1 de junio es el Día Internacional de las Madres y los Padres. Hoy en día, hacer de madre o de padre parece que se ha convertido para muchos en una difícil tarea. Hay varios factores que contribuyen a esta sensación y no todos tienen que ver con las capacidades personales que tenemos para emprender este papel.

Por una parte, se encuentra la dificultad de conciliar la vida laboral y la familiar, generando una falta de tiempo que puede llegar hasta el punto de ser estresante. El tiempo libre que tienen lo aprovechan intentando que los más pequeños no se den cuenta de esto, cubriéndolo con los más allegados y las amistades.

Además, la sociedad anima a competir en la preparación de los hijos para que tengan éxito. Pero, verdaderamente, el principal punto de partida en su desarrollo debería ser el lazo parental. Si los niños se sienten queridos, se sentirán seguros para descubrir el mundo, para aprender, probar y equivocarse.

Las madres y padres son los que, realmente, reconocen sus cualidades y sus defectos, acompañados de sus capacidades y limitaciones. Es difícil que existan padres perfectos ya que siempre existirán actitudes rebeldes, peleas entre hermanos, rabietas… como algo totalmente natural. Son etapas del desarrollo que van escalándose con paciencia.

Hacer de madre o de padre requiere de presencia y tiempo de calidad con los hijos. Por eso, uno de los objetivos de este día es reconocer la labor de todos ellos y honrar su trabajo en todo el mundo. Es la oportunidad de apreciar a los que se sacrifican día a día por ellos creando un entorno familiar y un ambiente de felicidad y comprensión.

¡Felicidades a todas esas madres y padres!