Cómo comprender y actuar ante el fracaso escolar

Cómo comprender y actuar ante el fracaso escolar

El fracaso escolar es un tema que preocupa a todos los padres cuando sus hijos comienzan a pasar en casa tardes infinitas haciendo deberes, o incluso traen sus primeros suspensos. Cuando hablamos de fracaso escolar nos referimos a aquellos estudiantes que no alcanzan los objetivos académicos mínimos de su nivel educativo y que, por tanto, no contarían con los conocimientos básicos requeridos. Este problema puede acabar en abandono escolar, lo cual acarrea negativas consecuencias tanto para el desarrollo personal como laboral del alumno.

EL PAPEL DE LA FAMILIA EN LA PREVENCIÓN DEL FRACASO ESCOLAR

Aunque las causas del fracaso escolar provienen de múltiples factores, la familia juega un papel fundamental tanto en la prevención como en el tratamiento de este problema.

Está demostrado el efecto que llegan a tener aquellos padres que posibilitan y motivan el desarrollo y la estimulación intelectual de sus hijos, siendo aún mayor cuando además se transmiten valores culturales, interés por el conocimiento y respeto por la educación que se recibe en las escuelas, inculcando en sus hijos el entusiasmo por aprender y la admiración de la sabiduría de las personas como algo que las completa a nivel personal, y no sólo académico o laboral.

PAUTAS PARA TRATAR EL FRACASO ESCOLAR DESDE LA FAMILIA

Debido a que son múltiples las causas que originan este problema, la solución al mismo es compleja. En la mayoría de los casos es recomendable contar con el apoyo de profesionales de la psicología, tanto para averiguar qué está originando el problema como para proponer el tratamiento y las pautas más adecuadas para erradicarlo. No obstante, a continuación se exponen una serie de consejos que pueden ayudar a los padres a hacer frente al fracaso escolar.

  • Implicarse en las actividades escolares del niño, interesándose realmente por todo lo relacionado con sus estudios. Lo importante, y lo que a menudo no es tenido en cuenta, es que debemos transmitirle nuestro interés a él, para que verdaderamente lo perciba.
  • Estar siempre en contacto con sus profesores y tutores, solicitando cualquier indicación respecto a en qué avanza y en qué empeora, para detectar con su ayuda dónde está el problema.
  • Escuchar que opina su hijo sobre el fracaso escolar que está ocurriendo. Es importante ver cómo percibe la situación y escuchar sus posibles soluciones, puede dar importantes pistas sobre lo que está sucediendo, así como mostrarle un verdadero interés y la necesidad de contar con él para superarlo.
  • No premiar sólo las notas, sino sobre todo el esfuerzo, la actitud y la dedicación que muestre.
  • Tratar de mantener una autoestima sana, eliminando cualquier comparación con otros compañeros o sentimientos de inutilidad e incompetencia que pueda haber asimilado. Evitar las valoraciones negativas, reforzando todo aquello que sea positivo, motivando sus avances y mejorando su autoconfianza.
  • Inculcar el interés por la lectura y por los conocimientos, dando ejemplo y reforzando dichas actitudes y valores. Es muy positivo compartir con ellos actividades culturales y experiencias que motiven su estimulación intelectual.
  • Mantener un tiempo para el ocio y el descanso diario es fundamental; muchos padres, ante los malos resultados de sus hijos en el colegio, castigan a sus hijos limitando o eliminando sus ratos de ocio e imponiendo el aumento de horas dedicado al estudio. Esto no sólo no ayuda a eliminar el problema, sino que además sobrecarga y desmotiva a los niños hasta el punto de empeorar la situación.
  • Exigir objetivos y tareas adecuadas a su edad y capacidad. Aumentar las exigencias más allá de sus posibilidades vuelve a ser una medida contraproducente.
  • Nunca hacer los deberes y trabajos escolares por él, puedes ayudarle a resolver sus dudas o proporcionarle el apoyo de un profesor particular.

 

Nadie dijo que educar a nuestros hijos sería fácil, y una de las tareas más complejas es ayudar a nuestros hijos a crear y mantener una adecuada rutina de estudio, además de transmitirle interés, motivación, esfuerzo y dedicación hacia los estudios. Esta va a ser la primera responsabilidad que nuestros hijos van a tener que asumir. Con los estudios, también van a aprender a responder a futuras responsabilidades.

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